Son muchas las personas con discapacidad
intelectual que quieren seguir formándose una vez terminan la educación básica.
Es por ello que estas jornadas, celebradas los días 8 y 9 de febrero, para
conocer los recursos formativos en colaboración con las universidades son
fundamentales.
Los días 8
y 9 de febrero la Facultad de Educación y la asociación
Achalay celebran la primera edición de las Jornadas
sobre recursos formativos para jóvenes con discapacidad. Los
organizadores explican que debido a la gran demanda la celebración se ha
trasladado al anfiteatro Ramón y Cajal de la Facultad
de Medicina. En la inauguración de las jornadas, Mercedes
García, delegada del rector para la Diversidad y la
Inclusión, ha recordado que la inclusión implica
“bienestar y satisfacción personal, pero también institucional y de las
familias”, y además es un reflejo de lo que debe ser la universidad:
“un lugar de convivencia y visibilidad”.
De acuerdo con Mercedes
García esta idea ya se ha extendido por todo el
territorio español, y si hace unos escasos cinco años eran pocas las
universidades implicadas en esta formación para jóvenes con
discapacidad intelectual ahora ya son varias decenas las que
ofrecen algún tipo de recursos formativos.
Blanca Valentín Gamazo,
directora de Achalay, informa de que su asociación, que
ya cuenta con 20 años de experiencia, fue justo hace esos cinco años cuando
empezó a “embarcarse en la aventura de la discapacidad intelectual”. Desde el
primer momento la Universidad Complutense apoyó a la asociación, respaldo que
ha encontrado en otras muchas organizaciones que colaboran en estas jornadas y
que demuestran que “es posible ir todos de la mano para luchar por una
sociedad mejor”.
David Tanarro, de Achalay,
ha informado de que solo en la Comunidad de Madrid hay más de
7.500 personas con discapacidad intelectual que quieren seguir formándose tras
la educación obligatoria, y de ahí han surgido diferentes
iniciativas como el Diploma
Liceo que ellos ofrecen o el Programa Accede
de la UCM.
La delegada del rector recuerda que ya
en 2017 se llegó a un acuerdo con la Fundación ONCE para comenzar con ese tipo
de programas, del que ya se han beneficiado, sumando todas las
universidades que participan, 1.229 estudiantes, que “se han
formado y muchos de ellos han encontrado un puesto de trabajo”.
Mercedes García añade que la
universidad es un lugar de investigación para mejorar el conocimiento y evaluar
el impacto de los progresos, pero además debe ser “un
lugar de formación desde el respeto a las diferencias”. De ahí surgió
ese Programa Accede que han presentado su
directora Elvira Carpintero y Marina
Rebollo, una de las estudiantes que se han beneficiado del mismo.
Las dos han explicado que es un programa
que se imparte en la Facultad de Educación y que es
totalmente gratuito, ya que cuenta con la financiación de la
Fundación ONCE y del Fondo Social Europeo. Está dirigido a jóvenes con
discapacidad intelectual de entre 18 y 30 años y en él se prepara
para ser técnico auxiliar en evaluación de entornos, para comprobar si
existe accesibilidad tanto físicamente como en libros o páginas web.
El Diploma Liceo, de
Achalay, también se imparte en la Facultad de Educación,
al menos en lo que respecta a sus asignaturas comunes, ya que luego cuenta con
varias especializadas como cuidado de animales, que se
cursa en Veterinaria; imagen y sonido,
que se realiza en Ciencias de la Información, y una de
nueva creación, de acompañamiento a personas dependientes,
que se realizará en Enfermería.
Estos cursos, según Tanarro, duran dos
años y tienen un precio de 500 euros de matrícula más 450 mensuales. Eso sí, “nadie,
y eso quiere decir realmente nadie, se queda fuera del Diploma por sus
condiciones económicas”, ya sea con algún tipo de ayudas o
financiándolo con el cheque servicio de la Comunidad de Madrid.
En la primera jornada también se han
presentado otros recursos como Meraki,
el proyecto de capacitación laboral del Servicio de Formación y
Empleo de Afanias,
y la formación en técnico profesional en Auxiliar de Cultura,
que ofrece Argadini.
De acuerdo con Mercedes García, la idea de estas jornadas es “unificar
la información sobre todos esos recursos para que sean un material útil para
todas las personas que los necesiten”.
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