Encuentro para tratar la casa y la mujer desde diferentes facetas artísticas bajo una mirada feminista. Tuvo lugar el 21 de febrero, apoyado por La Trasera de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Complutense, el Vicedecanato de Cultura de la Facultad de Bellas Artes como Actividad Complementaria, el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza y el Departamento de Historia del Arte.
El lunes 21
de febrero La Trasera de la Facultad de Bellas Artes de
la Universidad Complutense acogió la mesa redonda “Casa y
Mujer”, aprobada por el Vicedecanato de Cultura de la Facultad de Bellas
Artes como Actividad Complementaria, y organizada en colaboración con
el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza y el Departamento de
Historia del Arte.
“En este
encuentro queremos abordar las diferentes facetas de la creación artística
vinculadas a la casa y la mujer; entre ellas, la propia creación plástica, la
docente, la investigadora, la museográfica y la editorial. Nuestro objetivo es
explorar el proceso creativo en torno a la casa y a la mujer desde la reflexión
y la práctica, como vehículo de diálogo social y generador de igualdad”,
explican desde la organización. La mesa es interdisciplinar “Casa y
Mujer” es interdisciplinar, aúna: museo, universidad, investigación,
docencia, creación artística, etc.
Violeta
Andreu Mediero, artista,
investigadora y comisaria de la exposición 40 años del Divorcio en
España, organizada por la Unidad de Igualdad de la UCM, es
la coordinadora de esta mesa redonda en torno a la casa, el arte y las mujeres.
En la mesa
participaron María Rosón Villena, investigadora y docente, creadora
del itinerario del Museo Reina Sofía Hacer espacio o de cómo deambular
desde la desorientación; Noelia Romero, Gestión de fondo
editorial, del Museo Nacional Thyssen-Bornemisza, creadora del recorrido Una
habitación propia. Vida en interiores desde una perspectiva de género; Beatriz
Fenández Ruiz, investigadora y docente, revisa publicaciones recientes
sobre editadas desde la Facultad de Bellas Artes con artículos sobre mujeres;
y Violeta Andreu Mediero, que introdujo algunas de las ideas contenidas
en su Tesis La casa en la creación artística y su relación con el
feminismo (de 1970 a 2020), y creó un recorrido por una selección de
artistas investigadas. La moderación de la mesa estuvo a cargo
de Juan Ángel López Manzanares, Conservador y Responsable de
Contenidos, del Museo Nacional Thyssen-Bornemisza.
Noelia
Romero reflexionó
sobre la domesticidad en las obras de arte con una mirada feminista. Partiendo
las reflexiones de Virginia Woolf en Una habitación propia en
torno a las condiciones necesarias para la creación, propuso un repaso de la
colección permanente del Museo Thyssen-Bornemisza para poner de manifiesto cómo
la ausencia del espacio privado de las mujeres obliga al ejercicio de la
creación en espacios comunes.
En su
intervención, María Rosón Villena arrojó luz sobre un espacio que a
menudo se olvida: el armario. Entendido como un lugar en el que ocurren cosas
que a menudo tienen otros códigos. Rosón nos propone mirarlo como un espacio de
tensión en el que las mujeres han creado memoria.
Beatriz
Fernández Ruiz hizo una
revisión sobre las publicaciones dedicadas a las mujeres editadas por Facultad
de Bellas Artes. Analizó el último número de la revista Accesos (nº
4, 2021) dedicado a: “Mujeres, trabajos, artes y tecnologías” y el número
11 de la revista Re-visiones: “Feminismos: revueltas y
tácticas de resistencia. Imágenes de un mundo por venir” (2021).
Violeta
Andreu Mediero, aportó
algunos de los conceptos explicados en su tesis La casa en la creación
artística y su relación con el Feminismo (De 1970 a 2020), en la que
plantea la casa como idea utilizada por artistas. Habló de las artistas que
crearon, en relación a la casa, desde la autobiografía, desde la denuncia de la
violencia machista, y se unieron y unen a las revindicaciones feministas de su
tiempo.
Hablamos con
Violeta Andreu sobre la relación que existe entre el feminismo, las artistas y
la representación de las casas.
¿Cómo ha
sido representada la casa por las artistas y las autoras en el periodo que has
estudiado?
En la tesis
se plantea cuáles son las causas que llevan a las personas artistas a crear su
obra bajo la idea de casa, y se analizan los conceptos creativos que
complementan esta idea. Así son investigadas artistas que unen la casa y la
mujer, —desde la autobiografía o desde la denuncia del encierro de la mujer en
los hogares en una época determinada—; o unen la casa, la denuncia y la
violencia contra la mujer. Y teniendo en cuenta la interrelación que hay entre
realidad social y arte, se describe el feminismo por décadas y se investigan
artistas vinculadas a este movimiento que se sirven de la idea de casa en sus
obras, reivindicando así la igualdad y los derechos sexuales y reproductivos.
Hay artistas que, valiéndose de la casa, visibilizan problemas raciales o de
clase; debaten la identidad y la arquitectura —explorando diversas formas de
vida destinadas a familias no binarias—; o visibilizan la necesidad de alcanzar
el poder que en la sociedad ha estado y aun sigue estando reservado a los
varones. Finalmente, en la investigación, se profundiza en la relación
existente entre este movimiento social y este tipo de creación.
¿Cómo es el
proceso creativo en torno a la casa y a la mujer?
Como he
mencionado antes, las artistas de estos últimos cincuenta años en las
sociedades europea y norteamericana, unen a la casa su autobiografía, o
denuncian a través de su obra: bien el encerramiento que sufrieron las mujeres
en las viviendas en un tiempo concreto, bien la violencia contra las mujeres.
Teniendo en cuenta la agenda feminista de cada momento, las artistas vinculadas
a este movimiento, se valen de la creación artística como herramienta para
transformar la sociedad. De este modo, emplean la posición que
tienen en la sociedad para poder convertir sus ideas en acciones y propuestas.
¿Cómo
influye el feminismo en la mirada sobre las casas?
Hemos de
concretar que depende completamente del contexto social del que estemos
hablando, para poder contestar esta pregunta. No es lo mismo vivir en una
situación geográfica en la que los problemas que tendría que resolver y
cuestionar el feminismo son unos, que vivir en otra sociedad, con otros
problemas diferentes de las mujeres y donde la casa se relaciona con sus
habitantes de un modo completamente distinto. Por otra parte, la Covid-19 ha
trastocado nuestra realidad social en dos años y medio, y nos ha creado nuevas
relaciones con nuestros hogares, se han subrayado los conceptos de encierro y
prisión, pero también de refugio. La vivienda puede ser el lugar más protector con
el que contemos o el de máxima violencia. Y esto último también se incrementó
con el confinamiento. Atendiendo a la situación de la sociedad occidental de
Europa y Norteamérica, en la que vivimos con privilegios de los que carecen en
otras latitudes, el feminismo nos puede hacer sentir la casa como liberación o
como independencia, nos puede ofrecer aun ese rincón de silencio con una misma,
o nos puede hacer decidir que tenemos que salir del domicilio. El feminismo
también nos puede inducir a reflexionar sobre este concepto y empoderarnos de
tal suerte que seamos nuestra propia casa.
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