El día 11 de febrero se realizaron unas
jornadas con diferentes ponentes expertas en perspectiva de género para
visibilizar la situación de las familias monomarentales, demandar igualdad, y
ayudas.
La Unidad de Igualdad organizó el pasado
viernes día 11 de febrero, la jornada “Monomarentalidad: familias
diversas en igualdad”, en la que han participó el Ministerio de Derechos
Sociales y Agenda 20230, la Asociación Madres Soteras por Elección y Famlias
Monomarentales (FAMS). Y que tuvo como tema central la situación y necesidades
de las familias monomarentales. Estas familias representan un 78% de las
familias monoparentales y debido a la falta de ayudas y de redistribución,
sufren una extrema vulnerabilidad. “El sistema actual es discriminatorio. No
estamos representadas”, expresó al comienzo de la jornada Miriam Torno
Aguilar, presidenta de la Asociación de Madres Solteras Por Elección.
La jornada comenzó con la
intervención Paloma de Villota, profesora titular de Economía
Aplicada, quien habló sobre la importancia de hacer una revisión con
perspectiva de género de la tributación. Señaló la importancia de las ayudas en
forma de transferencias a las mujeres que están al frente de una familia
monomarental: “la pobreza no se soluciona con deducciones fiscales sino con transferencias,
porque las personas que no tienen renta suficiente para declarar no tienen ese
beneficio”, explicó. “El 60% de nuestras familias declaran que no llegan a
final de mes. Y el 10% están en situación de desempleo y entran en un circulo
del que no pueden salir, aunque sean profesionales”, apuntó Miriam Torno.
“Tenemos que llevar a cabo vía gasto como
el modelo nórdico la política social”, señaló de Villota, “en Suecia en los
años 70, cuando se diseñó el Estado del Bienestar, se estableció la renta personal
al margen del estado civil”, la profesora argumentó el sin sentido que su pone
que el estado civil influya en la política fiscal y en las ayudas que reciben
las mujeres. Concluyó señalando la importancia de un Estado del Bienestar
fuerte, que permita la redistribución de la riqueza y alertó del peligro de las
políticas de recortes fiscales: “la reducción fiscal es un arma de doble filo”,
afirmó.
La magistrada de la Sección de Igualdad
del Consejo General del Poder Judicial Carmen Delgado habló
sobre los problemas que presenta la protección jurídica de las familias
monomarentales, que ocurren porque no tenemos un concepto claro. “Para
proteger a una familia monomarental, que no derive de la viudedad, hay que
superar barreras para considerar que esto modelos de familia merecen protección
(viudedad, madres solteras de manera voluntaria, madres divorciadas o
separadas, mujeres que deciden ser madres solas por reproducción asistida o
adopción, etc.)”, explicó.
Para que la ley sea capaz de
proteger a estas familias, la magistrada, insistió en que es necesario aclarar
el concepto y esto requiere definir: “qué queremos hacer y a quién queremos
proteger y de qué”. “Queremos proteger aquellas personas que se encuentran en
una situación de desventaja o mayor dificultad para desarrollar las actividades
de la vida, libre desarrollo de la personalidad”, explicó.
La siguiente cuestión que introdujo
Delgado es la manera en que se pueden abordar estas situaciones: “es
fundamental que se reconozca que las mujeres monomarentales puedan disfrutar
los derechos de los dos progenitores, si no hay una discriminación hacia los
hijos e hijas además de una discriminación indirecta”, señaló. “No podemos
estar en una sociedad en que las tareas de cuidados caigan sobre las mujeres y
no estén valoradas. Son igual de importantes que la ciencia y la tecnología.
Esto hay que cambiarlo desde el principio”. “La mejor medida de conciliación es
un buen sistema publico de cuidado de personal dependientes: escuelas
infantiles, centro de día, para eso hace falta dinero”, concluyó.
Carmen flores, presidenta de
la Federación de Asociaciones de Madres Solteras, denunció que nuestro país no
está preparado para ayudar a las familias monomarentales. Explicó que la
Organización de Naciones Unidas ha determinado que el sistema judicial español
favorece más a los padres. “Ponernos en el lugar de los menores es lo que nos
va a ayudar a crecer como sociedad. Quizá no es falta de voluntad política sino
de conocimiento”, afirmó. En este sentido explicó que “la situación de las
familias es un asunto publico, no privado que requiere de corresponsabilidad
institucional. No nos podemos permitir que la educación se privatice o sesgue,
lo mismo ocurre con la sanidad y eso nos deja en desventaja”.
Patricia Bezunartea,
directora general de Diversidad Familiar y Servicios Sociales. Ministerio de
Derechos Sociales y Agenda 2030, abundó en la idea que cada familia tiene valor
en sí misma y es un “espacio de afecto”, y explicó que no es el modelo de
familia lo que determina el bienestar de los menores si no la manera que se
trazan las relaciones. Recordó que “la responsabilidad de las instituciones
publicas es imprescindible” y explicó que es necesaria una mayor visibilización
de estas familias y su vulnerabilidad, para posibilitar medidas de apoyo social
y jurídicas.
La directora general, explicó la
situación de estas familias en nuestro país, donde la diversidad familiar es
una realidad social desde hace mucho tiempo. En el caso de las familias
monoparentales, las marentales ascienden a casi 2 millones de personas. 8 de
cada 10 familias monoparentales tiene una mujer al frente. Además, representan
el 10,4% de hogares y el 23% de los hogares con hijas e hijos, y presentan una
tasa riesgo de pobreza del 38,9%.
Patricia Bezunartea explicó que durante la
pandemia se han puesto en marcha medidas puntuales y urgentes, para
contrarrestar los efectos del confinamiento en las familias monomarentales.
Pero advirtió que estas no eran suficiente y que actualmente se trabaja en midas
medidas mas estructurales como: el ingreso mínimo vital, programas de apoyo a
las familias, el Programa Corresponsables, el apoyo al movimiento asociativo
con subvenciones y la que denominó “la medida estrella”: una ley transversal
del Ministerio de Derechos Sociales, en el marco de la Agenda 2030, que “otorga
pleno reconocimiento de la diversidad de modelos de familias y mejora de la
protección social, jurídica y económicas de las familias, protección especial a
estas familias”, explicó.
“Necesitamos cambiar las cosas para
garantizar los derechos de las familias, que están en mayor desigualdad de
protección. Tenemos que avanzar hacia una sociedad mas equitativa e
igualitaria. Esta es la primera ley que impulsa este ministerio después de la
pandemia”, concluyo Bezunartea.
María Isabel Jociles, doctora
en Sociología y profesora-investigadora del Departamento de Antropología Social
de la UCM, señaló la importancia de la interseccionalidad en relación al género
y a la manera de abordarlo. También profundizó en la idea de nombrar y tratar
públicamente la monomarentalidad. Explicó que hace pocos años: “no se entendía
la figura de la monomarentalidad”. Fue a raíz de su propia experiencia como
madre soltera y la incomprensión que experimentó cómo surgió el germen de sus
investigaciones en torno a la diversidad familiar.
Carmen Flores, concluyó la jornada con una perspectiva histórica en relación a las demandas de las mujeres: “empoderar a una mujer es poner las bases y cimientos para pueda vivir como quiera vivir. Haciendo una revisión histórica, prácticamente reivindicamos lo mismo. Estamos reivindicando lo mismo es una deuda histórica que tenemos con las familias. Lo justo es que tengamos una sociedad equitativa”.
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