De todos los proyectos de Aprendizaje-Servicio, con los que cuenta la Complutense, la Oficina ApS UCM ha elegido ocho de ellos, relacionados con temas sanitarios, para celebrar las IV Jornadas ApS 2020 en conmemoración del día Mundial de la Salud. Aparte de presentar esos ocho proyectos, la sesión ha contado con las conferencias on line de María Neira, directora general de Medio Ambiente, Cambio Climático y Salud en la Organización Mundial de la Salud, y de María Vallet Regí, catedrática del Departamento de Química en Ciencias Farmacéuticas, así como con varias actuaciones de miembros de la Fundación Psico Ballet Maite León, y con un árbol de problemas y objetivos, realizado por estudiantes de la Facultad de Bellas Artes, para que cualquiera participase aportando soluciones para el mundo de la salud.
María Neira quiso dejar claro dos mensajes: hay que dejar de destruir la naturaleza y el medioambiente, y la transición hacia un mundo mejor la van a tener que liderar los profesionales de la salud y el conocimiento. Con respecto a su primer mensaje, la representante de la OMS recordó que la defensa del medioambiente “no es una cuestión sólo de ecologistas bienintencionados e idealistas, sino que es una cuestión de supervivencia”. De acuerdo con ella, si no dejamos de producir de una manera tan insensata como lo hacemos ahora, habrá toneladas de plástico y empaquetados innecesarios que acabarán en el océano y de ahí, por la cadena trófica, pasarán a los peces y luego a los humanos. Ese círculo, “que parece tan infantil”, lo hemos olvidado, como especie, “en algún punto del camino”.
En esa misma línea se expresó el rector Joaquín Goyache, quien opina que si no cuidamos el medioambiente, no sólo nos defenderemos peor de las próximas pandemias que lleguen, sino que además seremos capaces de acabar con la vida en este planeta tal y como la conocemos. Una herramienta para enfrentarse a ese oscuro futuro, y en eso coincide con Bienvenida Sánchez Alba, directora de la Oficina Universitaria de ApS UCM, son estos programas de Aprendizaje-Servicio por lo que suponen de concienciación de los problemas a los que nos tenemos que enfrentar como sociedad.
También María Neira defiende a los ApS y a la academia como elementos capaces de llevar el conocimiento y de informar, y a ser posible “reforzando mensajes positivos de cohesión social de salud y bienestar”. Cree la responsable de la OMS que es importante hacer una transformación tanto en las ciudades, para hacerlas más sostenibles, como en la alimentación, con menos productos de origen animal, e incluso en la descarbonización del sector sanitario.
Informa Neira de que si el sector alimentario produce un cuarto de los gases de efecto invernadero a nivel global, el sector sanitario supone un nada desdeñable 7%, algo que es posible revertir, como ya ha anunciado el sistema nacional de salud británico, que se ha comprometido a tener cero emisiones para 2040. A pesar de que es una fecha que a Neira le parece bastante lejana, sí que considera que es una buena iniciativa que podrían imitar otros sistemas de salud a nivel mundial.
Tanto el rector como la responsable de la OMS quisieron hacer un homenaje a los profesionales de la salud y volver a darles aquellos aplausos que durante semanas se escucharon desde todos los balcones, dándoles las gracias por su “vocación, su dedicación y su coraje”.
María Vallet impartió la conferencia de clausura sobre el uso racional de medicamentos, en concreto sobre un menor uso de los mismos. Recuerda la catedrática que en los próximos años una de las principales causas de muerte serán las infecciones, ya que las bacterias se han hecho resistentes a los antibióticos, precisamente por el abuso generalizado que se ha hecho de ellos en los últimos tiempos. Una de las soluciones, en las que trabaja Vallet, es encapsular dosis muy pequeñas de fármacos en nanopartículas para que la cantidad de antibiótico sea mínima con respecto a lo que se usa en la actualidad y que vaya directamente al objetivo deseado.
Vallet reconoció que sus trabajos los realiza, no para publicar más papers, sino para que tengan un impacto social y que “lleguen a la cama del enfermo”.
Un ejemplo de ApS
Los ocho proyectos de Aprendizaje-Servicio presentados en la jornada han girado en torno a temas como el aprendizaje de primeros auxilios, el etiquetado de los alimentos, las sensibilidades alimentarias en entornos escolares, la salud oral, el uso racional de medicamentos en personas mayores, el uso del arte para reenfocar la diversidad o la enseñanza virtual de la historia antigua.
El primero de los que se presentaron en la jornada, por su investigadora principal, Aránzazu Bocanegra, lleva por título “Educación sobre el uso racional de medicamentos y los riesgos que supone la automedicación y consumo de drogas de abuso en población juvenil, de la Facultad de Farmacia”. Y como la misma profesora ha explicado, surgió de otros dos proyectos, realizados también en el Ayuntamiento de Coslada, centrados en el uso de fármacos y las personas mayores.
Informa Bocanegra de que en 2021 se decidió hacer un cambio de rumbo para centrarse en la juventud, en concreto en estudiantes de instituto. Para ello, lo primero que se hizo fue formar un equipo con profesores de Farmacología General del grado de Farmacia y del doble grado de Farmacia y Nutrición; estudiantes de las asignaturas de Farmacología General, Farmacología y Farmacoterapia y Toxicología del grado de Farmacia y del doble grado de Farmacia y Nutrición Humana y Dietética; con el apoyo de la Oficina de ApS del Ayuntamiento de Coslada, en la persona de Mar Cruz Mora, y con profesores y alumnos de 4º de la ESO y 1º de bachillerato de cuatro institutos del municipio de Coslada: Manuel de Falla, Miguel Catalá, Luis García Berlanga y Rafael Alberti.
Una de las profesoras complutenses que han formado parte de ese equipo es Marina Hernández Martín, de la Sección Departamental de Fisiología, de la Facultad de Farmacia. Ella explica que el proyecto ha consistido en tres talleres impartidos en las últimas semanas de marzo con seis sesiones para cada taller y en los cuatro institutos mencionados de Coslada. El primero de los talleres ha sido sobre uso general de medicamentos, para que conozcan las interacciones que pueden tener y los efectos secundarios; un segundo sobre el correcto uso de anticonceptivos y enfermedades de transmisión sexual, que ha sido de gran interés para jóvenes de 15-16 años de edad, y el último sobre drogas de abuso, las tolerancias, dependencias y adicciones que pueden provocar.
Asegura Hernández Martín que “a los estudiantes de instituto les ha gustado bastante y lo han aprovechado, con muchas preguntas, sobre todo en temas como las drogas y los anticonceptivos, y para el del uso de medicamentos se hizo un juego dinámico, lo que les hizo participar de manera muy activa”. También ha sido una experiencia satisfactoria para los alumnos de la UCM que son los que han impartido los talleres, ya que los profesores se encargaban de revisar el material. “A todos les ha gustado mucho y estarían encantados de participar en otras ediciones”, de hecho, la propia Marina Hernández ya había participado en el proyecto del año anterior, dirigido a que las personas mayores no se olviden de tomar sus fármacos, aunque por motivos de la pandemia no se pudo hacer presencial y “aunque también fue agradecido y satisfactorio siempre es diferente”.
Asevera la profesora complutense que “con la COVID se ha visto que llega mucha información a la población que no es del todo fiable, así que con estos talleres se pretende que lo que llegue a los jóvenes sean conceptos certeros, no bulos, porque en los institutos los estudiantes tenían muchas leyendas urbanas”. Ahora, con todas las redes sociales cualquiera puede ser un “experto” en temas que ni siquiera domina, y “es más importante que nunca la divulgación científica y sanitaria, y ahí es fundamental el papel de la universidad”.
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