El campus de Moncloa es un lugar muy verde, donde conviven multitud de especies vegetales y animales, lo que aporta una gran biodiversidad a nuestro entorno. Una biodiversidad que el día 4 de noviembre se ha visto enriquecida con dos huertos con hortalizas como habas, coles y calabazas plantados en la Plaza de Ramón y Cajal, justo frente a la icónica estatua de Los portadores de la antorcha. Jesús Montero, asesor de la Unidad de Campus y Medio Ambiente de la UCM, explica que estos huertos provisionales se enmarcan dentro del proyecto europeo Food Wave, pero también enlazan con el espíritu de la COP26 y de la Semana de la Ciencia. El objetivo principal de dicho proyecto es promover una alimentación más sostenible, y que los estudiantes vean que “es mejor para la salud, y para el planeta, hacerse una crema de calabaza que una pizza congelada”.
De hecho, el proyecto Food Wave, en el que participan 17 ciudades del continente, tiene la mirada puesta en cambiar los hábitos alimentarios de los jóvenes de 15 a 35 años a través de campañas de formación e información, mediante talleres, cursos y acciones diversas en varias universidades, siendo la Complutense, la primera de ellas que lo organiza en nuestra ciudad.
En los diferentes puestos que se han instalado en el campus y alrededor de los huertos improvisados, cuya tierra, de acuerdo con Jesús Montero, irá luego al Jardín Botánico de la UCM, se han congregado durante la jornada cerca de 2.000 estudiantes para escuchar recomendaciones que se resumen en una frase: “Hay que limitar nuestras opciones a las mejores opciones para el planeta”.
¿Y cómo se puede hacer eso? Fundamentalmente, y según el responsable de Food Wave, reduciendo la ingesta de productos de origen animal y consumiendo muchos más verduras, frutas, legumbres y hortalizas de proximidad. De acuerdo con él, “no hay que comprar alimentos peruanos, igual que ellos no tienen que comprar alimentos españoles, porque cuanto más lejano es el origen, mayor es la huella de CO2 que dejamos”.
Food Wave cuenta con el respaldo del Ayuntamiento de Madrid, que se adhirió al programa en enero de 2019 y que se enmarca tanto en su línea de acción Un Madrid más saludable que trata de incorporar medidas de consumo responsable, favoreciendo los hábitos saludables de las personas, como en la Estrategia alimentaria saludable y sostenible del Pacto de Milán, firmado por el Ayuntamiento.
La jornada del 4 de noviembre en el campus de Moncloa ha contado también con una parte lúdica en la que los estudiantes podían jugar a tratar de identificar los productos de cada una de las estaciones, llevarse calabazas e incluso hacerse selfies para participar en un sorteo para degustar platos del cocinero Juan Llorca. Los afortunados que han conseguido tiquets, han podido probar en un food truck tostas con tomates cherry y mostaza, rollitos nem con lombarda y repollo, y una bebida caliente de calabaza.
El propio Llorca ha mostrado su satisfacción porque se haya podido hacer la actividad de manera presencial, porque eso ha permitido a los estudiantes acercarse al agricultor, preguntarle cómo se cultiva, si se puede hacer en casa, cómo se puede montar un huerto… Montero recuerda que en la propia Complutense hay ya cuatro huertos urbanos, que son "laboratorios de biodiversidad, donde la Unidad de Campus y Medio Ambiente hace los cursos y talleres de agroecologia y de otras áreas ecosociales". Estos huertos están repartidos por distintos lugares de la universidad: Cantarranas, la Facultad de Educación, Somosaguas y el arboreto de Veterinaria.
No hay comentarios:
Publicar un comentario