Los días 23, 24, 25 y 26 de noviembre, el paraninfo de San Bernardo se convierte en la sede de la segunda edición del congreso Ágora Internacional. Educación. Investigación. Empleo. En la inauguración de las jornadas, el rector Joaquín Goyache ha recordado que la pandemia ha sido un lastre importante en todo el planeta para la inserción laboral de los jóvenes, algo que en España es especialmente gravoso. Frente a esa realidad, el rector considera que, a pesar de que “en la universidad española se ofrece ya una educación extraordinaria, es posible mejorarla con cambios significativos como los que se pueden promover desde un foro como este congreso”.
Miguel Aurelio Alonso García, miembro del comité organizador de este II Ágora Internacional coincide en que este es el espacio idóneo para proponer ideas que “mejoren el aprendizaje de las personas, su formación y su desarrollo”. Ha explicado el organizador que han sido dos años de preparativos para conseguir reunir a representantes de la administración pública, de las universidades y de empresas tanto públicas como privadas. En cuanto a las universidades han participado tanto la Complutense como la Politécnica de Madrid y la Universidad de Extremadura, que fue la organizadora de la primera edición del congreso.
Una de las instituciones que no ha querido perderse este Ágora es la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI), cuyo secretario general adjunto, Andrés Delich, ha insistido en el impacto de la pandemia, que “está teniendo consecuencias a nivel cultural y educativo, relacionadas a su vez con el cambio tecnológico que está teniendo lugar en el mundo”.
Ha señalado Delich, que la OEI es una organización decana en la cooperación iberoamericana, con más de 150 programas en educación, ciencia y cultura, repartidos por 22 países, de ahí que le parezcan fundamentales encuentros como este que sirvan para poner en común ideas que den lugar a “políticas públicas que mejoren la educación de los jóvenes”.
De la más alta instancia a la hora de tomar decisiones educativas en nuestro país, el Consejo Escolar del Estado, ha acudido a la inauguración su presidenta, Encarna Cuenca Carrión, quien también ha destacado la importancia de crear espacio para pensar juntos los futuros de la educación, la formación y el empleo. Ha informado Cuenca Carrión de que algunos de los aspectos en los que más se quiere avanzar son la participación del alumno, los entornos familiares, los entornos de aprendizaje no formales, la coeducación y la formación profesional.
También quiere el Consejo Escolar del Estado centrarse en algunas de las secuelas que está dejando la COVID-19, como son las enfermedades mentales; y al mismo tiempo adecuar las reformas educativas a las necesidades de adaptarse al cambio haciendo, por ejemplo, que la investigación y la educación vayan de la mano.
Enrique Ossorio Crespo, consejero de Educación, Universidades, Ciencia y Portavocía de la Comunidad de Madrid, informó de los fondos que está destinando la comunidad autónoma a la digitalización de la educación, lo que permitirá formar a los docentes y realizar obras para que las aulas sean mas versátiles y multiusos. Según Ossorio, el objetivo de estas medidas es que “el mundo digital esté al servicio de la presencialidad educativa, con el profesor como figura central de referencia”.
El reto educativo principal que ve Ossorio es que el sistema sea capaz de anticiparse a un entorno laboral que va a ser totalmente diferente al actual, y para ello es fundamental el papel de las universidades, tal y como ha destacado el rector Joaquín Goyache.
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